ESPERO CURARME DE TÍ – JAIME SABINES
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»… Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
– JAIME SABINES
UNA MUJER EXQUISITA – GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel, si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo, si los gorditos no te generan trauma, si nunca has sufrido de anorexia, si tu estatura no afecta tu desarrollo personal, si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar y no estar sobre una toalla durante horas, si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas, si saber cómo se prepara un arroz, si puedes preparar un almuerzo completo, si tu prioridad no es ser rubia a como de lugar si no te levantar a las 4:00 am para poder alcanzar a alaciarte el pelo, si puedes salir con un saco de sudadera tranquila a la calle un domingo sin una gota de maquillaje en el rostro… ESTÁS EN VÍA DE EXTINCIÓN… BIENVENIDA!!! EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA!.
Una mujer exquisita no es aquella que tiene más hombres a sus pies, sino aquella que tiene a uno sólo que la hace realmente feliz. Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso ó el cabello más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Con dedicatoria especial para todas las mujeres exquisitas.
LA INVITACIÓN – ORIAH MOUNTAIN DREAMER
No me interesa lo que haces para ganarte la vida.
Quiero saber lo que ansías,
y si te atreves a soñar en satisfacer el deseo de tu corazón.
No me interesa tu edad.
Quiero saber si te arriesgarías a parecer como un tonto
por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa cuáles planetas están en armonía con tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu pesadumbre,
si las traiciones de la vida te han abierto,
o si te has marchitado y cerrado por el miedo al dolor futuro.
Quiero saber si puedes sentarte con el dolor,
el mío o el tuyo,
sin intentar esconderlo, desvanecerlo o arreglarlo.
Quiero saber si puedes estar con la alegría,
la mía o la tuya,
si puedes bailar con locura y permitir que el éxtasis te llene
hasta la punta de los dedos,
sin advertirnos que seamos cuidadosos, que seamos realistas,
o que recordemos las limitaciones de los seres humanos.
No me interesa si la historia que me cuentas es verdadera.
Quiero saber si decepcionas a otros para serte fiel a ti mismo,
si puedes soportar la acusación sin traicionar a tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser infiel, y por lo tanto ser confiable.
Quiero saber si puedes ver la belleza,
aún cuando no sea bella todos los días,
y si puedes originar tu vida desde su presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso,
el tuyo o el mío,
y no obstante pararte a la orilla del lago y gritarle a la luna «¡Sí!»
No me interesa saber en dónde vives o cuánto dinero tienes.
Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de pesar y desesperación,
cansado y golpeado hasta los huesos,
y hacer lo que se tiene que hacer por los niños.
No me interesa quién eres o cómo llegaste a estar aquí.
Quiero saber si te pararás en el centro del fuego conmigo sin rehuir.
No me interesa en dónde o qué o con quién has estudiado.
Quiero saber qué es lo que te sustenta desde adentro
cuando todo lo demás desaparece.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo,
y si verdaderamente te agrada la compañía que buscas en los momentos vacíos.
El momento de parirse a sí misma!!
Inexorablemente llegara el día en que la mujer, cuando comience a marchitarse la juventud, alrededor de los 45/50, se planteara profundamente que camino tomar. Lo más probable es que hayas vivido en función de tus hijos, marido, jefes,trabajo, etc. Te enfrentaras a un nuevo amanecer, tu verdadero tiempo. Puedes continuar como vas y seguir lamentándote o ponerte en acción y construir todo aquello q no pudiste ser. Ya tienes la madurez y experiencia a tu favor. Es momento de identificar la voz interior, la voz del alma que ahogaste para poder funcionar en los roles que te toco desempeñar. Ya no te hagas la sorda, escucha ese susurro que te grita que es tiempo de liberarte de ese disfraz que te queda apretado e incómodo. Escucha, todo ese dolor te servirá para romper la inercia y por fin dedicarte a hacer lo que te gusta. Lo más probable es que no te hayas dado el tiempo de descubrir tus talentos o tus gustos, estuviste tan ocupada atendiendo a otros q te perdiste del camino de ti misma. Llego la hora, el ansiado momento de toda mujer, recuperar tu conexión con la tierra, amorosa, fértil, expansiva. Ya no necesitas quedar bien con nadie. Te resta enfrentar la tarea más importante, parirte a ti misma. Bella flor solo tu pudiste dar media vida, tu vientre y toda tu sangre a otros. Pero ahora es tiempo de recuperar tu fortaleza. Ahora es tiempo de brillar. Hoy va por ti!
Escrito por Noelia Anton
Algunas cositas que nos traen los 40’s
Avanzados los 40, la gente ya no te considera hipocondríaco, porque ahora sí estás enfermo; tus articulaciones pronostican el tiempo mejor que los meteorólogos, tu seguro de gastos médicos empieza a resultar rentable, estar solo empieza a ser una bendición y no un trauma… Pero hay algo más: a lo cuarenta comprendemos que ser felices es algo que depende de nosotros y no del ambiente.
¿Qué nos hace realmente felices a los seres humanos? Pocas cosas: ser amados y poder amar a otros, ser idénticos con nosotros mismos y tener ideales que alcanzar en la vida. Pocas cosas pero muy cotizadas en nuestra sociedad, quizás por su ausencia. La ventaja es que están a la mano de todos, y no dependen de la suerte que se tiene, dependen de nosotros mismos.
Pasados los 40, (quien llega, porque ya muchos se han quedado en el camino) se han aprendido bastantes cosas, que si se ponen en práctica nos facilitan el llegar a ser muy, pero que muy felices.
- Se ha aprendido que el amor no es lo mismo que el sexo, y que es más plenificante una relación de profunda amistad con alguien del otro sexo, donde se comparten gustos, ideales, proyectos de vida, que cuando el centro de la relación estaba en la relación física. El tiempo de los amores de color de rosa, ya pasó y se valora más la ayuda desinteresada que damos o recibimos, que el ramo de flores, (aunque este también se agradece, y más si te lo regalan a los 40).
- Se sabe que el desgaste de los años pasan factura al cuerpo y que uno no es omnipotente. Ya no se puede todo lo que uno quiere hacer, y ello nos enseña a ser más humildes, y no infravalorar a los otros, porque no tienen la energía que nosotros tenemos.
- Ya no se cree con tanta facilidad los halagos que nos hacen, y la visión que uno tiene de sí mismo es más objetiva, independientemente de lo que digan de nosotros. Nos miramos al espejo con más sinceridad. Nuestra conciencia, si ha “funcionado” bien, ya nos ha enseñado que a ratos somos Dr. Jekins y a ratos Mr Hide. Posiblemente hemos tenido la experiencia de tener que pedir perdón. Y si no lo hemos hecho, es que tenemos serios problemas.
A partir de esta edad, elegimos a los amigos con más realismo y nos importan menos las críticas que hacen a nuestra persona. Ello nos hace más libres, para ser más nosotros mismos y ya no ajustamos nuestra conducta a las expectativas del otro, para recibir su aprobación. A nuestro lado, quedan pocos de los amigos de la juventud, pero son los fieles. Tampoco se necesitan mucho más. Ya sabemos distinguir entre el amigo y el conocido de mucho tiempo.
Además como se ha ido alargando la edad media de vida, si no acontece “un accidente”, posiblemente estemos a la mitad de nuestra historia. ¡Que buen momento para aprender del pasado y retar al futuro! De niños no teníamos claro qué era vivir. Ahora ya lo sabemos y podemos decidir mejor cómo hacerlo. Incluso es hora de pensar en estudios, de buscar trabajos o de ayudar a otros aprovechar mejor el tiempo de su vida. Tenemos por delante…la mitad de la existencia, y somos más conscientes.
Posiblemente a los 40, se ve la vida con menos romanticismo, pero si la amargura no ha hecho mella en el corazón, todavía es tiempo de idealismo, y lo más importante, es hora de hacer real estos sueños, porque aún hay vida y se sabe mejor cuál es el camino. A lo 40 los sueños pueden empezar a dejar de serlo.
Si creemos que lo mejor comienza a los 40, posiblemente será verdad. Un autor comentaba: “Estamos vivos y es lo único que necesitamos para empezar.” ¿Por qué no hacerlo hoy?
Texto escrito por Nieves García.
NO TE QUEJES….
Usamos tanto tiempo y energía quejándonos de circunstancias, personas ó hasta de nosotros mismos que… desgastamos la energía que podríamos dedicar a cambiarnos a nosotros mismos, a mejorar nuestra propia versión.
Trabajemos en nosotros: estudiemos algo nuevo para ampliar nuestro conocimiento. Mejoremos nuestra alimentación, hagamos a un lado los malos hábitos, movámonos: hagámos algo de ejercicio, rodeémonos de personas positivas, utilicemos palabras amables para crear nuestra realidad. Éso sí lo podemos hacer.
Seamos baterías, generadores de energía.
Día a día demos un paso para pulir nuestro SER.
P.D. No soy yo la de las fotos, pero…. si son aspiracionales para antes de que termine éste año 🙂
Mujer…
La mujer quiere una mirada profunda y también una caricia.
Ella no quiere compañía pasajera, quiere presencia.
La mujer quiere, lo que es más sencillo de otorgar: afecto, dulzura y Amor.
La mujer no busca una mano, busca tacto.
No busca momentos efímeros, espera acontecimientos duraderos.
La mujer no busca tu risa, espera tu alegría.
La mujer no sólo desea un cuerpo, desea un abrazo.
No desea halagos, desea palabras.
La mujer no desea unos labios, desea un beso. No desea ser persona, desea ser Mujer.
La mujer no espera tu tiempo, espera tiempo contigo. La mujer no sólo espera pasión, espera romance. No sólo espera sexo, espera Amor.
La mujer es mujer, no la trates como a un hombre.
La mujer es mujer: no es física, es sentimental.
La mujer no sólo es cuerpo, es corazón.
La mujer no eres tú, no la trates como esperas que te traten.
La mujer no es para convencerla, es para conquistarla.
La mujer no es para conocerla superficialmente, es para entenderla en profundidad.
No es siempre lo que tú crees: Ella es mucho más.
La mujer no es un rostro, no es una vagina, es un todo. La mujer no es difícil, es misteriosa.
La mujer no es tacto, es caricia.
Esos secretos que matan…..
¿Por qué guardamos «secretos»? ¿por temor a los «juicios»? ¿Por no querer afrontar las consecuencias de nuestras acciones? ¿por miedo?
Los secretos normalmente causan vergüenza, culpa ó resentimiento y son emociones que nos matarán lentamente. Matarán nuestra autoestima (porque creeremos que tenemos menor valor que los demás), matarán nuestro sistema inmunológico (porque de las misma forma no tendremos defensas) e irán menguando nuestro espíritu (porque no tendremos la posibilidad de SER).
Cada acto que realizamos, cada palabra que decimos tiene una consecuencia, y son realizados por lo que creemos mejor según nuestro nivel de conciencia en cada momento. Los «errores» no son en función del juicio de los demás, en realidad son experiencias que necesita nuestro espíritu.
Lo que consideramos necesario «esconder» es algo que no estamos preparados para enfrentar y si consideramos que necesita permanecer oculto, tarde o temprano nos hará daño.
No se trata de ir por la vida gritando tu «verdad», se trata de ir por la vida amándote y amando a los demás.
P.D. y si tienes que esconder algo ó alguien que llames «amor»…. seguramente no lo es, mejor aléjate y disfruta de vivir a la luz del día.
Noche de espectáculo celestial… «la luna azul»
A veces vamos tan ensimismados viendo el suelo esperando reconocer el camino que nos olvidamos de voltear al cielo y encontrar lo divino…
Hoy fué una noche de gala en la naturaleza, de ésas que como son comunes: «las noches de luna azul».La luna azul puede tener dos significados: es la segunda luna llena en un mes o la tercera de cuatro lunas llenas en una estación. Normalmente ocurren tres lunaciones llenas durante una estación primavera, verano, otoño, invierno, pero en este período ocurren cuatro.
Hoy tuvo lugar una preciosa luna azul, al ser la tercera luna llena en una estación comprendida entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano este 2016. Representó un momento muy interesante ya que el planeta Marte se encontró en oposición a la luna llena en momento de luna azul.
En casa nos pusimos de gala para disfrutar de tan maravilloso evento:
Minina Botitas que ya es una «artista» y le encanta salir en las fotos, se estuvo quietecita mientras su mamá humana (en realidad ella cree que soy su «ser subnormal») lograba tomar una foto donde se viera toda su belleza. Minino Mufasa de plano no quiso salir en las fotos, pero prometo que estaba sentado junto de mi mientras lograba centrar una foto de nuestro «Lounge VIP» instalado en la terraza (donde escuchábamos rock ochentero en español desde Triste historia de amor del TRI hasta Lamento Boliviano de Enanitos Verdes)
Foto desde el «Lounge VIP»:
Pero logramos disfrutar de la belleza de la «LUNA AZUL»… nuestro ritual mágico fué disfrutar en el aquí y el ahora un regalo de la naturaleza.
AUNQUE USTED… NO LO CREA.
Aprendiendo a vivir 